Poco que celebrar
Muchos otros blogs comienzan a reflexionar sobre el primer año de la presidenta Bachelet en La Moneda. Si bien Chile Liberal no se atañe a los temas rutinarios de la opinión pública y siempre invitamos a ver más allá de los parámetros fijados por el establishment, en esta ocasión no podemos obviar el primer año de una “socialista de la vieja escuela” en la presidencia.
No sólo se cumple un año de Bachelet, se cumple un año de socialismo viejo, 7 de socialismo aggiornado, y 17 de la Concertación. Por primera vez, la balanza cronológica se inclina a favor de la Concertación superando a la Dictadura Militar. Más aún, Pinochet murió, el modelo económico experimenta fuertes críticas, y la soporífera Alianza por Chile comienza lentamente a... ¿despertar? No. Comienza un coma irreversible. El personaje más destacado de la derecha, Sebastián Piñera, sigue muy rezagado en el ranking de presidenciables. El presente le pertenece a la Concertación, pero el futuro inmediato también. La gestión de Bachelet es mediocre, la opinión pública le puso nota 4,1. Hay poco que celebrar, pero en Chile alabamos la mediocridad. Después de todo, el simple hecho de no destruir el país ya es motivo de algarabía.
La mediocridad en Chile se considera un éxito
Ya hemos agradecido a la Concertación que haya logrado garantizar y finiquitar la transición democrática chilena, tarea no menor. Pero su gestión no ha logrado el gran salto que Chile necesita para acercarse a los estándares de prosperidad del primer mundo. Muchos países lo han logrado, los más notables han sido España e Irlanda, pero hoy incluso una nación pequeña como Estonia comienza a prepararse para unirse al club de los industrializados. Chile sigue esperando. Los dardos los apuntamos contra Bachelet.
Pero antes de Bachelet, hubo un señor que apuntaba con el dedo al General Pinochet. Era una época en que había que retornar a la democracia. Incluso si Pinochet ganaba, no era aceptable que un mismo ciudadano ocupase por tanto tiempo la presidencia. El general había prometido en 1980 que esto no ocurriría... “usted, general Pinochet...” así lo encaró Ricardo Lagos. Pero se recuperó la democracia y esto fue lo primordial. En Chile Liberal postulamos que es imposible lograr estándares de prosperidad como los del primer mundo sin lograr estándares democráticos que afiancen y posibiliten el crecimiento económico.
Ese sujeto del dedo se mordió los labios al ver que no sería el gran impulsor de la democratización chilena. Se aguantó como Ministro de Educación, donde sembró las semillas de la crisis que estalló al comienzo del período de Bachelet. Luego, en Obras Públicas, buscó notoriedad y aprendió lo fácil que es deslumbrar a la galería con grandes proyectos. Se candidateó hasta que logró el estrellato, y finalmente llegó a sentarse él mismo en el sillón presidencial, luego de derrotar al candidato del Opus Dei. Instalado en La Moneda, Su Excelencia, el Presidente de la República, don Ricardo Froilán Lagos Escobar, puso a nuestro país en conflicto con todos nuestros vecinos (la Cancillería es una agencia de empleo para los concertacionistas), aparecieron los primeros indicios de corrupción, la economía comenzó a crecer cada vez menos, y el país siguió funcionando por inercia. Unas cuantas obras públicas para la galería más un truco efectista como es el proclamar como sucesora a una mujer, y nos encontramos con la Concertación aferrada a La Moneda por otros cuatro años.
Durante su campaña, Ricardo Lagos anunció con su distintivo tono grandilocuente que Chile sería un país desarrollado el 2010. Textualmente, dijo que si Chile “crecía a una tasa anual del 6% alcanzaría un nivel similar al sureuropeo”, quiso decir España. El otrora país de cucufatos (“Europa termina en los Pirineos”) también en su momento pasó en sólo una generación al club de las naciones desarrolladas. ¿Por qué el también "ultraconservador Chile" no iba a replicar este ejemplo? Lo anecdótico es que la protégé de Lagos, nuestra actual presidenta, sería la encargada de entregar el país el año 2010 como nación del primer mundo, siguiendo la senda que demarcó su ex jefe. Pero el crecimiento ha sido mediocre y el bicentenario llegará sin pena ni gloria.
“Desarrollo el 2010” fue un desaguisado tan mal planeado como el Transantiago.
El año económico de Bachelet. Nada rescatable, pero... ¿es su culpa?
Nos encontramos con que Chile sigue creciendo bajo el nivel de las naciones OECD. Para la masa, lo importante es que seguimos creciendo. Es cierto, podríamos estar en recesión, por lo tanto, como igual seguimos creciendo algo, nos autoengañamos y preferimos creer que Bachelet lo está haciendo bien.
Pero no podemos culparla. Después de todo, ella heredó un país poco dinámico, si bien ordenado en lo macroeconómico. Podríamos arriesgar más, es lo que nos recomienda The Economist. Pero, ¿existe desde la presidencia un motor impulsor del desarrollo económico? No. De hecho, el dólar bajo no ayuda mucho a excitar a los exportadores. Todos sabemos que la presidenta no cuenta con las destrezas necesarias para abordar el tema por lo tanto todo queda a merced de sus colaboradores.
Los gravísimos problemas de Bachelet para formar un gabinete constituyen una prueba elocuente de que no hay un eje central que en La Moneda, por lo tanto las decisiones las toman los poderes fácticos en la Concertación que a través de pugilatos políticos logran situar a sus amigos en ministerios y reparticiones. Esto es serio. La gente votó por ella para que “alguien del pueblo” gobernase, pero como vemos, ante la falta de liderazgo, los políticos más rancios son los que se adueñan de las riendas del país. Providencialmente, el ministro de hacienda parece ser un hombre racional y sereno, preocupado de mantener las finanzas en orden y con poco interés en subir demasiado los impuestos, aunque poco interesado en bajarlos, y con poco interés en bajar la tasa de interés.
Las urgentes reformas a las AFP parecen ir en la dirección socialista, vale decir, involucrar al estado. Las PYMES siguen esperando, el IVA no se baja, y los rimbombantes acuerdos de libre comercio fueron menos efectivos de lo que se prometió. Ya podemos esbozar las dos grandes fallas de Bachelet: falta liderazgo e de ideas.
Qué bonita vecindad, es la vecindad de Chávez
Nada excitante ha ocurrido en la tienda económica este año, y lo más probable es que nada ocurra, ni para bien ni para mal, de aquí al 2010. Nuestro bicentenario pasará, como ya dijimos, sin pena ni gloria. Sin embargo, basta asomar la cabeza unos centímetros más allá de la cordillera para que los chilenos crean que el estancamiento es motivo de júbilo. Hemos visto indígenas cocaleros elegidos, demagodos reelegidos, y numerosos presidentes elegidos en un abrir y cerrar de ojos, con países en default gobernados desde el FMI. Nuestro vecindario nos produce la ilusión óptica de que en realidad “estamos bien”. Pero insistimos, esto es una “ilusión óptica”.
Mucho más allá de la cordillera, hay un país gobernado por un alcohólico, otro por un ex-golpista convertido en locutor de radio, otro que manda soldados a proteger una papelera, y al sur del Río Grande, una elección agónica que no envía las señales de seguridad que los inversionistas necesitan, ni menos la masa ávida de empleos. De otro modo, siguen cruzando el río, ahora protegido por un muro.
Después de culminada la maratón de elecciones latinoamericana, la democracia parece enraizarse, lo que nos alegra. Pero aún no existe una auténitca convicción democrática en nuestro contienente.
Una vez más, nos encontramos con falta de liderazgo de Bachelet. La presidenta fue invitada de honor para escribir en las páginas de The Economist (ver artículo). No vamos a negar que ella fue una figura inspiracional y símbolo del florecimiento democrático sudamericano. ¿Pero hemos capitalizado y aprovechado esta ventaja? No. Porque lo que América Latina necesita es convencerse de las bondades de un sistema de libremercado, y desgraciadamentre la propia Bachelet tiene serias dudas al respecto.
Más aún, Chile debiese aprovechar el Mercosur para promover la integración de economías libres, pero el bloque ahora integrado por Chávez se sitúa incluso más a la izquierda que Bachelet, y cuenta un Chile distraído y poco participativo (no es miembro), incapaz de instar al resto a abandonar el estatismo y el dirigismo. La falta de liderazgo de la presidencia chilena se conjuga con la falta de convicciones necesarias para aunar fuerzas en un continente que es pobre, pero que lo tiene todo para ser rico.
Interesante un detalle al comienzo del mandato de Bachelet. La presidenta tuvo el gesto de concurrir a Argentina a configurar la “alianza estratégica” que planeaba con su homólogo trasandino. La falta de pericia jugó en contra de ella ya que Kirchner es un personaje poco confiable con el cual hay que tener sumo cuidado. Desgraciadamente, la crisis energética que vivió el país (y que aún no solucionamos) es una muestra de: a) problemas heredados desde el gobierno de Frei ya que nos hizo dependientes de Argentina, b) falta de destreza de la presidenta, c) carencia de una Cancillería profesionalizada (no clientelista) que aborde estas dificultades, y d) la seriedad que reviste el vivir en un continente de alta combustión.
Desde luego, a pesar que Chile Liberal es netamente de Oposición, no aceptamos bajo ninguna circunstancia que se denoste a nuestra presidenta tal como lo hizo Kirchner, ni aceptamos burlas como las provenientes desde algunos desatinados medios peruanos. Ante esto, apelamos al espíritu cívico y nos cuadramos no sólo con Bachelet sino que con la institución de la presidencia de la república de nuestro país. Por lo mismo, nos cuesta entender que Chile no haya votado contra Venezuela en la elección del Consejo de Seguridad de la ONU. No sólo por ser Chávez un impresentable, sino que para enviar la señal al resto de que Chile aún así espera seguir una senda más ligada al progreso y no a populismos arcaicos. Pero Chile se abstuvo.
Insistimos, hay un problema de liderazgo.
Educación, otro encargo de Lagos
Luego de la inútil visita a Argentina, se abrieron las puertas del descontento en las calles del centro capitalino. No fueron partidos políticos ni sindicatos, ni presiones de la derecha económica. No. Fue un grupo de escolares revoltosos que lograron subirse al piano y paralizar la educación municipal. Se sumaron cada vez más estudiantes, universitarios y la bola de nieve se extendió a toda la sociedad. El conflicto comenzó con una nimiedad, la tarifa del pase escolar, pero acabó convirtiéndose en una muestra de la frustración popular ante las exorbitantes ganancias del cobre, el estatismo imperante que hace a la gente creer que las platas públicas se otorgan a quien grite más fuerte, y un sistema de educación que no resiste más.
A estas alturas, ya nuestros lectores se habrán dado cuenta que la falta de liderazgo facilitó que esta protesta se convirtiera en un conflicto de proporciones.
Como decíamos al comienzo, la crisis educacional comenzó con Ricardo Lagos y el intento por rigidizar el sistema. Chile Liberal comparte el diagnóstico de The Economist (ver artículo) que incluso analiza la situación desde los años de la dictadura. Junto con las propuestas de The Economist, Chile Liberal insiste en proponer la clausura con efecto inmediato del Ministerio de Educación, por inútil, por despilfarrar cuantiosos recursos del erario nacional, y abrir en su remplazo una pequeña oficina en Hacienda donde se repartan vouchers a los padres de menores recursos para que elijan libremente las mejores escuelas para sus hijos. Si un padre obrero de la construcción o una temporera desea poner a su hijo en un colegio privado, que lo haga. El estado tiene recursos de sobra. O bien que los mismos colegios municipales se entreguen en comodato a las comunidades educativas (centros de padres y profesores) para que ellos administren las escuelas y se involucren en la formación de sus hijos. Basta de asistencialismo. Basta de ociosidad y de esperar que el Papito Estado alimente la desidia y la flojera.
En el ámbito de la educación, una vez más nos encontramos con falta de liderazgo y falta de ideas, y con otra crisis instigada por Ricardo Lagos.
Transantiago, el tiro de gracia
Por tratar de sacar a como dé lugar el “proyecto estrella”, se apresuró la puesta en marcha y el sistema acabó por colapsar el transporte capitalino. El sistema no se diseñó para transportar trabajadores y estudiantes, sino para satisfacer el ego de Lagos. ¿Qué hace la presidenta en medio de la crisis? Se va de vacaciones.
Aún no sabemos qué ocurrirá cuando se ajuste la tarifa (a mediados de año) y tengamos un sistema que transporta menos gente, con menos frecuencia, y a un precio mayor. Y con un Metro colapsado. Tal colmo ocurrió con la crisis educacional del año pasado, quizás el transporte sea la chispa que haga estallar el gasífero descontento actual.
La muerte de Pinochet
La candidata Bachelet lo había anunciado: no habría funeral de estado. Nos parece muy bien, ya que quienes no han sido elegidos en una elección libre no se merecen un funeral de estado. Pero, ¿no esperábamos un gesto de grandeza de una de las víctimas de la dictadura? ¿No esperábamos palabras de reconciliación, un llamado a la calma y a la reflexión? Sí, lo esperábamos. Inistimos, hay un problema de liderazgo.
Violencia y delincuencia
Ya hablamos aquí sobre la proliferación de armas en Chile y del aumento sostenido de la violencia delictual. Los criminales ahora sacan a relucir sus almas frente al mismo palacio de gobierno (ver artículo). La solución parece ir por la privatización de las cárceles, idea que en teoría es muy buena, pero que no es cosa de llegar y poner en práctica. La actual reforma carcelaria contempla otorgar rehabilitación y formación laboral a los procesados,no a los internos. Parece que nadie se ha percatado que un procesado puede ser perfectamente inocente y rehabilitarlo es inútil. ¿Por qué no destinar esos recursos a los internos? Porque para la Concertación las cifras se verían muy malas. Después de todo, es casi imposible rehabilitar a un interno. Pero para un gobierno que no es capaz de darse cuenta que los buses no caben en las calles, no esperemos que encuentren soluciones a los gravísimos problemas de las cárceles de nuestro país.
¿Se acuerdan de los motines en las cárceles argentinas y brasileñas? ¿Sí? ¿Y han visto eso en Chile? No. Entonces, chileno, alégrate. La mediocridad en Chile hay que celebrarla.
La píldora
Este es un tema complejo. A pesar que Chile Liberal sí apoya completamente que se disponga libremente de la PDD, la medida ha sido insuficiente. Debiese estar disponible en las farmacias, donde las mujeres, de la edad que sean, puedan adquirirla discretamente.
Un asunto altamente contencioso en una sociedad ultraconservadora (léase "cartucha") como la nuestra debió haberse abordado con la seriedad que se merece, acompañada de un debate con altura de miras y una campaña educacional acorde. Pero no. Se hizo mediante una resolución del ministerio de salud y el problema adquirió ribetes de escándalo nacional.
De todos modos, Bachelet hizo muy bien en enfrentarse a la curia católico-romana. Quizás, si no fuese por los clérigos, el gobierno habría sido capaz de encausar el problema por los procedimientos adecuados. Este temor del gobierno es el reflejo de la sociedad chilena, temerosa del lobby católico, y quizás esto explique el porqué la Concertación y Bachelet siguen contando con el respaldo del electorado.
No sólo se cumple un año de Bachelet, se cumple un año de socialismo viejo, 7 de socialismo aggiornado, y 17 de la Concertación. Por primera vez, la balanza cronológica se inclina a favor de la Concertación superando a la Dictadura Militar. Más aún, Pinochet murió, el modelo económico experimenta fuertes críticas, y la soporífera Alianza por Chile comienza lentamente a... ¿despertar? No. Comienza un coma irreversible. El personaje más destacado de la derecha, Sebastián Piñera, sigue muy rezagado en el ranking de presidenciables. El presente le pertenece a la Concertación, pero el futuro inmediato también. La gestión de Bachelet es mediocre, la opinión pública le puso nota 4,1. Hay poco que celebrar, pero en Chile alabamos la mediocridad. Después de todo, el simple hecho de no destruir el país ya es motivo de algarabía.
La mediocridad en Chile se considera un éxito
Ya hemos agradecido a la Concertación que haya logrado garantizar y finiquitar la transición democrática chilena, tarea no menor. Pero su gestión no ha logrado el gran salto que Chile necesita para acercarse a los estándares de prosperidad del primer mundo. Muchos países lo han logrado, los más notables han sido España e Irlanda, pero hoy incluso una nación pequeña como Estonia comienza a prepararse para unirse al club de los industrializados. Chile sigue esperando. Los dardos los apuntamos contra Bachelet.
Pero antes de Bachelet, hubo un señor que apuntaba con el dedo al General Pinochet. Era una época en que había que retornar a la democracia. Incluso si Pinochet ganaba, no era aceptable que un mismo ciudadano ocupase por tanto tiempo la presidencia. El general había prometido en 1980 que esto no ocurriría... “usted, general Pinochet...” así lo encaró Ricardo Lagos. Pero se recuperó la democracia y esto fue lo primordial. En Chile Liberal postulamos que es imposible lograr estándares de prosperidad como los del primer mundo sin lograr estándares democráticos que afiancen y posibiliten el crecimiento económico.
Ese sujeto del dedo se mordió los labios al ver que no sería el gran impulsor de la democratización chilena. Se aguantó como Ministro de Educación, donde sembró las semillas de la crisis que estalló al comienzo del período de Bachelet. Luego, en Obras Públicas, buscó notoriedad y aprendió lo fácil que es deslumbrar a la galería con grandes proyectos. Se candidateó hasta que logró el estrellato, y finalmente llegó a sentarse él mismo en el sillón presidencial, luego de derrotar al candidato del Opus Dei. Instalado en La Moneda, Su Excelencia, el Presidente de la República, don Ricardo Froilán Lagos Escobar, puso a nuestro país en conflicto con todos nuestros vecinos (la Cancillería es una agencia de empleo para los concertacionistas), aparecieron los primeros indicios de corrupción, la economía comenzó a crecer cada vez menos, y el país siguió funcionando por inercia. Unas cuantas obras públicas para la galería más un truco efectista como es el proclamar como sucesora a una mujer, y nos encontramos con la Concertación aferrada a La Moneda por otros cuatro años.
Durante su campaña, Ricardo Lagos anunció con su distintivo tono grandilocuente que Chile sería un país desarrollado el 2010. Textualmente, dijo que si Chile “crecía a una tasa anual del 6% alcanzaría un nivel similar al sureuropeo”, quiso decir España. El otrora país de cucufatos (“Europa termina en los Pirineos”) también en su momento pasó en sólo una generación al club de las naciones desarrolladas. ¿Por qué el también "ultraconservador Chile" no iba a replicar este ejemplo? Lo anecdótico es que la protégé de Lagos, nuestra actual presidenta, sería la encargada de entregar el país el año 2010 como nación del primer mundo, siguiendo la senda que demarcó su ex jefe. Pero el crecimiento ha sido mediocre y el bicentenario llegará sin pena ni gloria.
“Desarrollo el 2010” fue un desaguisado tan mal planeado como el Transantiago.
El año económico de Bachelet. Nada rescatable, pero... ¿es su culpa?
Nos encontramos con que Chile sigue creciendo bajo el nivel de las naciones OECD. Para la masa, lo importante es que seguimos creciendo. Es cierto, podríamos estar en recesión, por lo tanto, como igual seguimos creciendo algo, nos autoengañamos y preferimos creer que Bachelet lo está haciendo bien.
Pero no podemos culparla. Después de todo, ella heredó un país poco dinámico, si bien ordenado en lo macroeconómico. Podríamos arriesgar más, es lo que nos recomienda The Economist. Pero, ¿existe desde la presidencia un motor impulsor del desarrollo económico? No. De hecho, el dólar bajo no ayuda mucho a excitar a los exportadores. Todos sabemos que la presidenta no cuenta con las destrezas necesarias para abordar el tema por lo tanto todo queda a merced de sus colaboradores.
Los gravísimos problemas de Bachelet para formar un gabinete constituyen una prueba elocuente de que no hay un eje central que en La Moneda, por lo tanto las decisiones las toman los poderes fácticos en la Concertación que a través de pugilatos políticos logran situar a sus amigos en ministerios y reparticiones. Esto es serio. La gente votó por ella para que “alguien del pueblo” gobernase, pero como vemos, ante la falta de liderazgo, los políticos más rancios son los que se adueñan de las riendas del país. Providencialmente, el ministro de hacienda parece ser un hombre racional y sereno, preocupado de mantener las finanzas en orden y con poco interés en subir demasiado los impuestos, aunque poco interesado en bajarlos, y con poco interés en bajar la tasa de interés.
Las urgentes reformas a las AFP parecen ir en la dirección socialista, vale decir, involucrar al estado. Las PYMES siguen esperando, el IVA no se baja, y los rimbombantes acuerdos de libre comercio fueron menos efectivos de lo que se prometió. Ya podemos esbozar las dos grandes fallas de Bachelet: falta liderazgo e de ideas.
Qué bonita vecindad, es la vecindad de Chávez
Nada excitante ha ocurrido en la tienda económica este año, y lo más probable es que nada ocurra, ni para bien ni para mal, de aquí al 2010. Nuestro bicentenario pasará, como ya dijimos, sin pena ni gloria. Sin embargo, basta asomar la cabeza unos centímetros más allá de la cordillera para que los chilenos crean que el estancamiento es motivo de júbilo. Hemos visto indígenas cocaleros elegidos, demagodos reelegidos, y numerosos presidentes elegidos en un abrir y cerrar de ojos, con países en default gobernados desde el FMI. Nuestro vecindario nos produce la ilusión óptica de que en realidad “estamos bien”. Pero insistimos, esto es una “ilusión óptica”.
Mucho más allá de la cordillera, hay un país gobernado por un alcohólico, otro por un ex-golpista convertido en locutor de radio, otro que manda soldados a proteger una papelera, y al sur del Río Grande, una elección agónica que no envía las señales de seguridad que los inversionistas necesitan, ni menos la masa ávida de empleos. De otro modo, siguen cruzando el río, ahora protegido por un muro.
Después de culminada la maratón de elecciones latinoamericana, la democracia parece enraizarse, lo que nos alegra. Pero aún no existe una auténitca convicción democrática en nuestro contienente.
Una vez más, nos encontramos con falta de liderazgo de Bachelet. La presidenta fue invitada de honor para escribir en las páginas de The Economist (ver artículo). No vamos a negar que ella fue una figura inspiracional y símbolo del florecimiento democrático sudamericano. ¿Pero hemos capitalizado y aprovechado esta ventaja? No. Porque lo que América Latina necesita es convencerse de las bondades de un sistema de libremercado, y desgraciadamentre la propia Bachelet tiene serias dudas al respecto.
Más aún, Chile debiese aprovechar el Mercosur para promover la integración de economías libres, pero el bloque ahora integrado por Chávez se sitúa incluso más a la izquierda que Bachelet, y cuenta un Chile distraído y poco participativo (no es miembro), incapaz de instar al resto a abandonar el estatismo y el dirigismo. La falta de liderazgo de la presidencia chilena se conjuga con la falta de convicciones necesarias para aunar fuerzas en un continente que es pobre, pero que lo tiene todo para ser rico.
Interesante un detalle al comienzo del mandato de Bachelet. La presidenta tuvo el gesto de concurrir a Argentina a configurar la “alianza estratégica” que planeaba con su homólogo trasandino. La falta de pericia jugó en contra de ella ya que Kirchner es un personaje poco confiable con el cual hay que tener sumo cuidado. Desgraciadamente, la crisis energética que vivió el país (y que aún no solucionamos) es una muestra de: a) problemas heredados desde el gobierno de Frei ya que nos hizo dependientes de Argentina, b) falta de destreza de la presidenta, c) carencia de una Cancillería profesionalizada (no clientelista) que aborde estas dificultades, y d) la seriedad que reviste el vivir en un continente de alta combustión.
Desde luego, a pesar que Chile Liberal es netamente de Oposición, no aceptamos bajo ninguna circunstancia que se denoste a nuestra presidenta tal como lo hizo Kirchner, ni aceptamos burlas como las provenientes desde algunos desatinados medios peruanos. Ante esto, apelamos al espíritu cívico y nos cuadramos no sólo con Bachelet sino que con la institución de la presidencia de la república de nuestro país. Por lo mismo, nos cuesta entender que Chile no haya votado contra Venezuela en la elección del Consejo de Seguridad de la ONU. No sólo por ser Chávez un impresentable, sino que para enviar la señal al resto de que Chile aún así espera seguir una senda más ligada al progreso y no a populismos arcaicos. Pero Chile se abstuvo.
Insistimos, hay un problema de liderazgo.
Educación, otro encargo de Lagos
Luego de la inútil visita a Argentina, se abrieron las puertas del descontento en las calles del centro capitalino. No fueron partidos políticos ni sindicatos, ni presiones de la derecha económica. No. Fue un grupo de escolares revoltosos que lograron subirse al piano y paralizar la educación municipal. Se sumaron cada vez más estudiantes, universitarios y la bola de nieve se extendió a toda la sociedad. El conflicto comenzó con una nimiedad, la tarifa del pase escolar, pero acabó convirtiéndose en una muestra de la frustración popular ante las exorbitantes ganancias del cobre, el estatismo imperante que hace a la gente creer que las platas públicas se otorgan a quien grite más fuerte, y un sistema de educación que no resiste más.
A estas alturas, ya nuestros lectores se habrán dado cuenta que la falta de liderazgo facilitó que esta protesta se convirtiera en un conflicto de proporciones.
Como decíamos al comienzo, la crisis educacional comenzó con Ricardo Lagos y el intento por rigidizar el sistema. Chile Liberal comparte el diagnóstico de The Economist (ver artículo) que incluso analiza la situación desde los años de la dictadura. Junto con las propuestas de The Economist, Chile Liberal insiste en proponer la clausura con efecto inmediato del Ministerio de Educación, por inútil, por despilfarrar cuantiosos recursos del erario nacional, y abrir en su remplazo una pequeña oficina en Hacienda donde se repartan vouchers a los padres de menores recursos para que elijan libremente las mejores escuelas para sus hijos. Si un padre obrero de la construcción o una temporera desea poner a su hijo en un colegio privado, que lo haga. El estado tiene recursos de sobra. O bien que los mismos colegios municipales se entreguen en comodato a las comunidades educativas (centros de padres y profesores) para que ellos administren las escuelas y se involucren en la formación de sus hijos. Basta de asistencialismo. Basta de ociosidad y de esperar que el Papito Estado alimente la desidia y la flojera.
En el ámbito de la educación, una vez más nos encontramos con falta de liderazgo y falta de ideas, y con otra crisis instigada por Ricardo Lagos.
Transantiago, el tiro de gracia
Por tratar de sacar a como dé lugar el “proyecto estrella”, se apresuró la puesta en marcha y el sistema acabó por colapsar el transporte capitalino. El sistema no se diseñó para transportar trabajadores y estudiantes, sino para satisfacer el ego de Lagos. ¿Qué hace la presidenta en medio de la crisis? Se va de vacaciones.
Aún no sabemos qué ocurrirá cuando se ajuste la tarifa (a mediados de año) y tengamos un sistema que transporta menos gente, con menos frecuencia, y a un precio mayor. Y con un Metro colapsado. Tal colmo ocurrió con la crisis educacional del año pasado, quizás el transporte sea la chispa que haga estallar el gasífero descontento actual.
La muerte de Pinochet
La candidata Bachelet lo había anunciado: no habría funeral de estado. Nos parece muy bien, ya que quienes no han sido elegidos en una elección libre no se merecen un funeral de estado. Pero, ¿no esperábamos un gesto de grandeza de una de las víctimas de la dictadura? ¿No esperábamos palabras de reconciliación, un llamado a la calma y a la reflexión? Sí, lo esperábamos. Inistimos, hay un problema de liderazgo.
Violencia y delincuencia
Ya hablamos aquí sobre la proliferación de armas en Chile y del aumento sostenido de la violencia delictual. Los criminales ahora sacan a relucir sus almas frente al mismo palacio de gobierno (ver artículo). La solución parece ir por la privatización de las cárceles, idea que en teoría es muy buena, pero que no es cosa de llegar y poner en práctica. La actual reforma carcelaria contempla otorgar rehabilitación y formación laboral a los procesados,no a los internos. Parece que nadie se ha percatado que un procesado puede ser perfectamente inocente y rehabilitarlo es inútil. ¿Por qué no destinar esos recursos a los internos? Porque para la Concertación las cifras se verían muy malas. Después de todo, es casi imposible rehabilitar a un interno. Pero para un gobierno que no es capaz de darse cuenta que los buses no caben en las calles, no esperemos que encuentren soluciones a los gravísimos problemas de las cárceles de nuestro país.
¿Se acuerdan de los motines en las cárceles argentinas y brasileñas? ¿Sí? ¿Y han visto eso en Chile? No. Entonces, chileno, alégrate. La mediocridad en Chile hay que celebrarla.
La píldora
Este es un tema complejo. A pesar que Chile Liberal sí apoya completamente que se disponga libremente de la PDD, la medida ha sido insuficiente. Debiese estar disponible en las farmacias, donde las mujeres, de la edad que sean, puedan adquirirla discretamente.
Un asunto altamente contencioso en una sociedad ultraconservadora (léase "cartucha") como la nuestra debió haberse abordado con la seriedad que se merece, acompañada de un debate con altura de miras y una campaña educacional acorde. Pero no. Se hizo mediante una resolución del ministerio de salud y el problema adquirió ribetes de escándalo nacional.
De todos modos, Bachelet hizo muy bien en enfrentarse a la curia católico-romana. Quizás, si no fuese por los clérigos, el gobierno habría sido capaz de encausar el problema por los procedimientos adecuados. Este temor del gobierno es el reflejo de la sociedad chilena, temerosa del lobby católico, y quizás esto explique el porqué la Concertación y Bachelet siguen contando con el respaldo del electorado.
¿Y por qué está Bachelet en el gobierno? ¿por qué la Concertación sigue liderando las encuestas?
Chile, país poco liberal en temas sociales
Un país con déficit libertarios tan grandes, necesita liberarse de Las ataduras que nos imponen los poderes fácticos. A pesar que el gobierno es uno de estos poderes, aventuramos afirmar que la opinión pública ha percibido en esta madre soltera una figura progresista que no se corresponde con la arquetípica dueña de casa chilena sometida a los caprichos y a la tiranía del macho chileno.
Advertimos una sociedad con ganas de liberarse, y nadie, ni Alvear, ni Piñera, ni menos Lavín, habrían sido capaces de impulsar la PDD, o incluso en algún futuro cercano la despenalización del aborto.
A pesar que no hay nada que celebrar, el país prefiere hacer vista gorda a la corrupción y a la ineptitud en temas económicos, con tal de tener a “uno de nosotros” en el poder e impulsar algunas medidas de corte liberal en lo social.
Estos cuatro años parecen insuflar la urgente cuota de oxígeno que Chile necesita para no morir de asfixia, si bien tampoco nos permitirán despertar y correr la extra milla necesaria para lograr el desarrollo y la industrialización.
Al elegir a Bachelet, el electorado chileno ha hecho una jugada casi suicida. Esperamos que la centroderecha capte el mensaje y entienda que la pacatería ya tiene sus días contados.
El éxito económico sólo se logra con una economía de mercado libre, pero este mercado sólo prospera en una sociedad libre, formada por personas que hacen uso de su libertad individual.
Un país con déficit libertarios tan grandes, necesita liberarse de Las ataduras que nos imponen los poderes fácticos. A pesar que el gobierno es uno de estos poderes, aventuramos afirmar que la opinión pública ha percibido en esta madre soltera una figura progresista que no se corresponde con la arquetípica dueña de casa chilena sometida a los caprichos y a la tiranía del macho chileno.
Advertimos una sociedad con ganas de liberarse, y nadie, ni Alvear, ni Piñera, ni menos Lavín, habrían sido capaces de impulsar la PDD, o incluso en algún futuro cercano la despenalización del aborto.
A pesar que no hay nada que celebrar, el país prefiere hacer vista gorda a la corrupción y a la ineptitud en temas económicos, con tal de tener a “uno de nosotros” en el poder e impulsar algunas medidas de corte liberal en lo social.
Estos cuatro años parecen insuflar la urgente cuota de oxígeno que Chile necesita para no morir de asfixia, si bien tampoco nos permitirán despertar y correr la extra milla necesaria para lograr el desarrollo y la industrialización.
Al elegir a Bachelet, el electorado chileno ha hecho una jugada casi suicida. Esperamos que la centroderecha capte el mensaje y entienda que la pacatería ya tiene sus días contados.
El éxito económico sólo se logra con una economía de mercado libre, pero este mercado sólo prospera en una sociedad libre, formada por personas que hacen uso de su libertad individual.
chileliberal@gmail.com
Más información
Lo bueno, lo malo y lo feo de este primer año, Cristóbal Orrego (ultraconservador)
El primer año de Bachelet: a tropezones, excelente artículo de Pato Navia
Bachelet: un año de gobierno, BBC
7 comentarios:
Aunque soy de la opinión de que ningún gobierno hará bien su trabajo, coincido plenamente en tu análisis, excelto por una sola cosa: Pinochet.
Pinochet no merecía funerales ni homejaes de Estado, cierto, pero no veo como falta de liderazgo el hecho de que Bachelet no haya salido a dar palabras de reflexión. Es más, nunca un gobernante podrá llamar a reflexión y esperar que efectivamente el pueblo "reflexione", eso no existe desde el punto de vista político. Nadie va a reflexionar porque el gobernante de turno lo dice.
Pero como ya dije, coincido en todo lo demás de tu analisis.
Saludos!
Interesante artículo. Más que liberal, libertario, pero ese es otro tema.
Primero, un comentario de forma: un artículo de casi 3000 palabras es muy dificil de comentar en detalle. Y mucho menos "conversable".
Y sobre el fondo:
- ¿Como se compatibiliza la mediocre nota que ha recibido el gobierno por una una mala gestión, con un Chile en que la mediocridad se considera un éxito?
- Los cambios en la infraestructura de Chile en los ultimos 10 años han sido masivos, y dificilmente pueden ser calificados de voladores de luces.
- ¿Nada rescatable en economía? Sugiero revisar las estadísticas que el mismo Economist publica. ¿Un superhabit record no es rescatable?¿Una economía estable y creciendo no lo es tampoco?
- La crítica de que Bachelet no esta gobernando por si misma tiene un tufillo machista impresionante. Me recuerda una pregunta en la reciente encuesta de la Tercera: "¿cree que Bachelet esta tomando las decisiones?" Pregunta que ninguno de los presidentes hombres tuvo que sufrir, por supuesto.
- ¿Abolir el Ministerio de Educación? Bonito país sin política educacional.
- Mientras se niegan a "denostar" a Bachelet, no tienen ningún problema a denostar a varios presidentes de países vecinos y no tan vecinos. Y de ahí nos quejamos de ser llamados intolerantes.
- ¿Intervenir en las sistema previsonal con más rol del estado es "socialista"? que ignorancia. ¿No sabeís nada del sistema previsional estadounidense, canadiense, británico, francés y un largisimo etc? Esa intervencion es modernizadora, no socialista.
- Si están de acuerdo con que la PDD y otros temas fueron buenas ideas, como pueden decir que "no hay nada que celebrar". Vamos, muchachos, que no hace mal reconocer de vez en cuando que el oponente ha echo algo más. Si no, se van a volver en un clon de la alianza.
Saludos.
Mensajes a ambos Carlos, e incluso a mi tocayo de nombre y apellido:
Estaré leyendo sus blogs, muy interesantes. Hace tiempo que dijimos en Chile Liberal que la idea es crear una red de blog amigos y que diese forma a una nueva democracia ciudada. Pueden ver Boceto de una nueva democracia de Selena.
Carlos Riquelme (tocayo x 2): se esperaba que la jefa de gobierno y jefa de estado hubiese sido una líder y ella, como víctima de la dictadura, podría haber prodigado un gesto de grandeza. En fin, no lo hizo.
Carlos (Republicano)
De acuerdo que 3K de texto es poco conversable, pero lo desmenuzamos en secciones relativamente digeribles (espero).
Re "abolir el Mineduc", lo concreto es que hoy no hay una política educacional hoy, nunca Chile había tenido tantos recursos, y hay 5 mil asesores, y la educación está "underperforming". Me parece que se necesita un cambio, y no una mera reforma.
En cuanto a las AFP, este es un tema muy serio, y no vemos creatividad sino dogmatismo del gobierno: intervenir. En el Reino Unido todos alaban a Gordon Brown por su gestión económica, pero el tema de las pensiones es una bomba de tiempo. El sistema británico no me convence. En Alemania y EEUU se está buscando una nueva fórmula, aprendiendo de las lecciones chilenas. Pero en Chile estamos basante estancados.
Michelle Bachelet ha tenido serios problemas para formar un equipo de gobierno. Esto no es apreciación nuestra, es un hecho.
En fin amigos, seguimos en contacto. Invito al resto a leer los interesantes blog de los foristas.
Pucha, tantos Carlos :)
- Estoy es un prejuicio mío, pero decir que no hay política educacional, con todo el movimiento que vimos el año pasado (impulsado por los pinguinos) es bastante exagerado.
- En la misma vena, el sistema de las AFP no es ningún ejemplo para el mundo, e "intervenir" (que en el resto del mundo se llama "regular") no tiene nada de socialista (que aquí se usa en el sentido soviético) sino de alcanzar un nivel de garantía social y de control de empresas que están jugando con la jubilación de millones. Es por eso que la gran mayoría de los países desarrollados regulan este "mercado" muy fuertemente.
Saludos.
¡Por Fin¡, a veces al leer este blog, creia que este movimiento era un ala del PPD o del PRSD, quiza en lo "social" tengo distintos matices, en lo economico y politico 100% de acuerdo, en educacion no mencionaron que "Super Lagos", cuando fue ministro de educacion, dejo a los unicos trabajadores de este pais, que aunque sean malos NO PUEDEN SER DESPEDIDOS, si, me refiero a los profesores y al "estatuto docente" o estatuto indecente, una verguenza y una burla a los demas trabajadores de Chile. En politica internacional la Srta. Bachellet influida por su consejero personal Camilo Escalona, trata con pinzas al payaso Marxista-Fascista Chavez y sus secuaces Morales y Kirchner, si hasta quiere visitar Cuba, la apologia del atropello a los DD HH y a la libertad personal. La srta. Bachellet, no cree en el libre mercado, y como ella misma lo dijo, ama el añejo y retorcido "Estado de Bienestar" que sus mismos creadores, los Suecos, ya se encargaron de mandar al carajo. Asi es facil deducir por que la economia no crece, mas intervencion estatal, mas impuestos, rigidizacion laboral al maximo (la inspeccion del trabajo se ha convertido en una verdadera gestapo), politica internacional arcaica y vacilante, hacen que la inversion internacional haya disminuido dramaticamente, se observen signos de fuga de capitales y los tratados de libre comercio funcionen a medias.
Medidas urgentes;
-Bajar el IVA
-Eliminar el impuesto a los combustibles.
-Creditos blandos a las Pymes (del Bco. del Estado) para reprogramar o pagar deudas previsionales y tributarias (sin evaluacion crediticia, ni dicom).
-Fomentar la iniciativa personal y la creacion de empresas, eliminando trabas burocraticas.
-impuesto a la renta proporcional a los ingresos para personas y empresas.
-Eliminacion de la indemnizacion por años de servicios, reemplazar por seguros privados.
-Flexibilizacion laboral total, que cada trabajador pacte libremente su jornada de trabajo, su cotizacion de AFP , SALUD etc, etc.
-Eliminacion de ministerios y privatizacion de Empresas estatales (incluido el 30% de Codelco) para obtener recursos para mejora de la salud e innovacion tecnologica.
"en la presente crisis, el gobierno no es la solucion a nuestro problema, el gobierno es el problema". Ronald Reagan.
Saludos
Cristian Sereño
Cristian (Proyecto Neocons):
De acuerdo en todas las medidas. Desde luego, veo que no estaremos muy de acuerdo en temas sociales, pero en lo económico, lo que propones lo compartimos y nos parece urgente. Pero la Concertación está más preocupada de distribuir riqueza, no de crearla. Y al distribuirla, ellos se quedan con la porción de torta más grande. Típico.
La reconciliación con los nostálgicos de un dictador corrupto y sanguinario podrá ser muestra de liderazgo. Pero si ser "líder" es buscarle el lado bueno a un Pinochet o a un Castro, prefiero ser un apocado sin mentón.
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